Últimamente estamos siendo bombardeados con preguntas sobre el pronóstico actual y futuro de los equipos con el polémico refrigerante R22… Este es un breve resumen:
La situación con respecto a todos los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), incluyendo el gas refrigerante R-22, es que a partir del 1 de enero 2015 su uso será ilegal dentro de la UE debido a las regulaciones europeas.
El refrigerante R22 se encuentra comúnmente en los sistemas de refrigeración, en particular en unidades de aire acondicionado y bombas de calor (tanto para piscinas y para la calefacción de locales). Aunque no se ha utilizado en los nuevos sistemas fabricados a partir de 2004, se hizo más efectiva en la UE apartir del año 2010, cuando ya no era posible su compra, y sólo podría ser utilizado o comprado como un gas recuperado o reciclado. Durante los últimos 4 años se ha vuelto cada vez más difícil y más costoso de conseguir.
Entonces, ¿qué pasa con las unidades con refrigerante R22 después del 01 de enero 2015?
Como después de esta fecha las unidades no pueden ser recargadas con R22, en cualquiera de sus formas – nuevos, reciclados o recuperados incluso – nos deja sólo 2 posibilidades:
- Reemplazar la máquina, o
- Utilizar un refrigerante sustituto
Hay una variedad de factores a considerar acerca de qué hacer en caso de avería en una unidad que utilice refrigerante R-22, tales como:
- Edad de la unidad
- Probabilidad de reaparición futura
- El costo de la reparación
- La disponibilidad de piezas de repuesto si es necesario para futuras averías
- Asesoramiento del fabricante con respecto a la compatibilidad de su sistema con refrigerantes de reemplazo
Nuestro consejo es basar la decisión en base al costo de la reparación. Si es relativamente más barato reemplazar el refrigerante, entonces vale la pena hacerlo, sin embargo, los fabricantes no están obligados a mantener existencias de unidades de más de 10 años de su fecha de fabricación, se debe reconocer y tener en cuenta que el siguiente problema podría ser irreparable debido a la falta de disponibilidad de piezas de repuesto. Para evitar invertir dinero en algo innesesario, y tampoco relativamente barato, generalmente recomendamos a nuestros clientes que probablemente se beneficiarían más a mediano y largo plazo, al optar por reemplazar el sistema. Éstos son algunos de los beneficios de ésta estrategia:
– Mayor fiabilidad de los nuevos equipos
– Eficiencia superior / ahorro energético
– Gastos reducidos por avería / garantía del equipo
– Reducción de la huella de carbono
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